"Nadie puede verse libre de un vicio si no lo conoce" Pedro Abelardo

viernes, 30 de mayo de 2008

Religión y autoconciencia

Un síntoma claro de inteligencia es la conciencia de sí mismo y, cartesianamente, la conciencia propia de esta inteligencia atribuida a uno mismo. Es decir, la autoconciencia.
La autoconciencia nos permite ir más allá en el conocimiento. Siendo auto-conscientes ya no sólo recibimos pasivamente un conocimiento del mundo externo que nos hace progresar en nuestra inteligencia sino que nos hacemos capaces de cuestionarnos los propios métodos de esta adquisición, sobre el porque nos interesan unas cosas y otras y nos hace poder evaluar nuestro nivel de inteligencia. Es decir, nos permite crear una teoría del conocimiento, interesarnos por el metaconocimiento. El cuestionamiento sobre todo lo que nos concierne como personas auto-conscientes lleva inevitablemente a preguntarse sobre los orígenes. Nuestro interés escatológico, ontológico... aumenta en la medida que nuestra conciencia se desarrolla a sí y se hace conocedora de sí misma. Es obvio que ser sabedor de tener ciertas facultades nos hace preguntar de donde surgen.
En la actualidad, la ciencia intenta dar respuesta a la posibilidad de la mente, a la posibilidad de la vida e intenta formular hipótesis, a base física y química, de como hemos podido formarnos nosotros con nuestras particularidades al igual que el resto de seres con las suyas. No obstante, aún quedan muchos interrogantes pues en ciencia tampoco hay muchos absolutos. Pues imaginemos antaño; aún la duda era más evidente. Imaginemos un hombre que comienza a sentirse diferente de su entorno. Se da cuenta de que se puede dar cuenta de todo , se da cuenta de que se puede dar cuenta de que se da cuenta. Sin embargo, aunque conoce totalmente su presente pues vive en una interfaz continuamente estimulada no sabe nada de su pasado. No sabe como “ha sido colocado” ahí: en ese sitio, en ese momento y con esas particularidades. Un ser que parece poderlo conocerlo le angustia el desconocimiento. El mayor miedo del ser humano no es nunca un miedo concreto sino un terror a lo desconocido, un pavor a lo incontrolable y a lo ininteligible. Estar en un mundo en el que parece que podemos controlarlo todo pero sin saber porque hemos llegado ahí ni porque en un momento determinado (al morir) dejaremos de estar ahí es ciertamente preocupante. Esto conduce inmediatamente a la gestación de unas creencias, de unas supersticiones sobre nuestros orígenes. Con el tiempo van naciendo religiones que hablan de la creación del mundo en el que vivimos, de la creación de nosotros mismos y de nuestros atributos y vuelven a dar un “sentido” a nuestra existencia. Las religiones, por tanto, completan ese marco de omnisapiencia que teníamos en el presente: a través de ellas se nos informa sobre todo lo habido antes de nosotros y todo lo que habrá tras nuestra muerte. Esto es algo que tendremos que tener mucho en cuenta si seguimos investigando acerca de las particularidades del ser humano: el ansía conocimiento está en la base humana pues únicamente de esta forma podemos luchar contra la ansiedad, contra el pavor de lo desconocido. La autoconciencia nos hizo dueños de nuestro presente pero nosotros aspiramos a más.

lunes, 19 de mayo de 2008

Miedo al miedo

El ser humano es, sin duda, singular por muchas cosas. Es singular porque, entre otras cosas, es capaz de reflexionar sobre su singularidad, sobre su cuestión, sobre su estado en el mundo. Hace poco tiempo pude escuchar una de las caracterizaciones distintivas del ser humano respecto a cualquier otro ser que más creo acertada. La mente humana es única sino en su composición (no entraremos en debates sobre el dualismo o el monismo material) si al menos en su función. Ningún otro ser viviente puede tener ni siquiera lenguaje: la máxima aspiración en el resto de los animales es un código de señales que aún siendo más eficaz no es igual de sofisticado que el lenguaje humano pues la univocidad no es característica humana sino precisamente la ambigüedad que se nos muestra en el lenguaje. Esta ambigüedad nos permite, entre otras cosas, ser artistas: escribir poesía, pintar...
El caso es que como decía hace poco escuché en un debate sobre Inteligencia Artificial (IA) algo que realmente me convenció como definitorio de la inteligencia humana. Últimamente hemos podido ver como la IA ha avanzado en la investigación por unos derroteros muy diferentes de los de antaño: del formalismo cognitivo que buscaba crear “cajas de conocimientos” se ha pasado al modelo cognitivo arraigado que pretende “hacer vivir los conocimientos”. Esta línea de investigación levanta grandes expectativas y seguramente pueda llegar lejos aunque de momento no sabemos hasta donde exactamente. Comportarse como un animal o como un niño muy pequeño no es definitorio aún de inteligencia humana. Por tanto, lo lógico es que las dudas asalten y nos preguntemos, ¿que define realmente a la inteligencia humana?
La inteligencia humana es creativa, es inventiva, es espontánea y, sobretodo, es libre.
Muchos síntomas de inteligencia humana no son otra cosa que la prolongación de instintos animales: temer al fuego o a los depredadores y protegerse consecuentemente de ellos, por ejemplo. No obstante, hay síntomas de esta inteligencia que no los podemos derivar simplemente de una evolución del instinto animal: la conciencia del ser humano ha hecho que no solo pueda tener miedo a las cosas determinadas, el ser humano tiene miedo al propio temor, los humanos tenemos miedo al miedo.

martes, 13 de mayo de 2008

Bienvenidos

Bienvenidos al Blog “Mente y Ser”. En este blog se plantearan algunas cuestiones relacionadas con la mente y el desarrollo cognitivo para que sean comentadas por todos aquellos interesados en los temas. De forma paralela y derivada sacaremos a relucir debates sobre la IA y su posibilidad, los modelos que explican el desarrollo de la cognición humana, las características que creemos que diferencian a un ser pensante de uno que no es tal...

Espero la colaboración de todos vosotros seáis expertos o neófitos en la temática. Todos podemos (es más seguramente debemos) expresar nuestras ideas y posturas al respecto de temas que de alguna u otra manera nos acaban concerniendo a todos.

En los próximos días se colgaran los primeros posts de este blog para que podáis comentar.

Para cualquier duda, petición... mandar un e-mail al correo del administrador: menteyser@gmail.com.

Enviar correos a esta dirección si tenéis dudas sobre el funcionamiento del blog, si quereís información más detallada sobre alguno de los temas que se tratan aquí... También se puede usar esta dirección si teneís alguna información que creéis interesante para el blog o si escribiis un texto que os gustaría que fuera colgado como post porque lo consideráis oportuno. En fin, este espacio esta diseñado para el discurso de ideas y, por tanto, vuestra participación es tan importante como la de los administradores del blog.

Muchas gracias por vuestra atención y, nuevamente, bienvenidos a este espacio.